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4/02/2014

Salud


Life & Beauty Weekly: Tu Salud

¿Por qué la báscula te da ese peso?

By Jennifer Nelson for Life & Beauty Weekly

¿Alguna vez te has pesado por la mañana y sonreído porque has bajado uno o dos kilos? O, al ver números más altos que de costumbre, ¿has culpado a tus zapatos de la inesperada subida de peso, o al hecho de que acabas de comer?
La mayoría de las mujeres juega alguna versión de este juego cuando se pesa, pero lo cierto es que hay por lo menos ocho razones por las que los números pueden fluctuar tanto. Recuerda lo siguiente y la próxima vez que la báscula no quiera cooperar, sabrás por qué:
Llevas ropa puesta. En promedio, la ropa te añade hasta un kilo de peso. “La ropa de verano tiende a ser relativamente ligera, mientras que los pantalones de mezclilla y los suéteres de invierno pueden añadirte más de un kilo”, dice Katie Heddleston, dietista registrada en Cleveland. En casa, pésate desnuda a primera hora de la mañana. En el consultorio del médico, quítate los zapatos y la chaqueta para que la lectura sea más precisa.
Acabas de terminar de hacer ejercicio. Cuando haces ejercicio de alta intensidad, quemas calorías de glicógeno (carbohidratos), que retienen líquidos. Después de hacer ejercicios enérgicos, como spinning o una clase de Zumba puedes llegar a perder más de dos kilos, pero no te pongas a bailar de felicidad todavía. No se trata de una verdadera pérdida de peso. Es una pérdida de agua, que desaparecerá en cuanto te rehidrates. De hecho, “tienes que beber 16 onzas de agua por cada medio kilo que bajes de peso después de hacer ejercicio, para renovar tus reservas de agua adecuadamente”, dice Heddleston.
Acabas de comer una ensalada grande o una sopa de verduras. Comer alimentos altos en fibra como las verduras puede hacer que los números de la báscula crezcan temporalmente, pero no desesperes. El cuerpo no absorbe ni digiere la fibra. Se considera como una sustancia no nutritiva que ayuda a mover la comida por el cuerpo y ayuda a la digestión al atraer el agua hacia el intestino delgado y el grueso. Más tarde, una vez que la fibra haya hecho su trabajo, verás cómo baja nuevamente tu peso.
Fuiste a la "hora feliz" del bar anoche. Una noche de copas puede añadir calorías inesperadas... y hacerte subir de peso. “Una lata de cerveza de 12 onzas tiene alrededor de 150 calorías, una copa de vino de 5 onzas contiene aproximadamente 125 calorías, y un trago de 1.5 onzas de alcohol fuerte contiene 100 calorías. Y no estamos contando las calorías en los líquidos con los que se mezclan”, nos dice Rachel Begun, dietista registrada en la ciudad de New York. Tómalo en cuenta antes de ordenar otro cosmo o ese dirty martini. Además, el alcohol nubla el juicio y estimula el apetito, lo que podría tentarte a consumir los tremendamente calóricos nachos y las grasosas hamburguesas conocidas como sliders.
Cenaste comida china anoche. Consumir alimentos altos en sodio, como las sopas enlatadas y las comidas congeladas puede hacerte subir de peso, lo mismo que la salsa de soya y el MSG en la comida china. El agua ayuda al cuerpo a absorber el exceso de sodio, de modo que pueda, a la larga, eliminarse. Como resultado, ingerir una cantidad elevada de sodio puede dar lugar a una subida de peso temporal por exceso de agua.
Estás en esos días del mes. Antes de comenzar a menstruar, acumulas algo de peso extra debido a la retención de agua. Los investigadores creen que las culpables son las hormonas: un cambio en los niveles de estrógeno y progesterona justo antes de la menstruación puede causar retención de líquidos e hinchazón. Pero no te preocupes, se trata de algo temporal, nos dice Heddleston. Después de algunos días, tu peso volverá a la normalidad.
No has... eh, ido al baño en algún tiempo. Tu peso puede ser mayor si estás estreñida. Begun te recomienda consumir grandes cantidades de fibra, más o menos 30 gramos al día, de frutas, verduras, cereales enteros, frijol y nueces; toma agua suficiente y ejercítate para poner las cosas en movimiento. Una vez que vuelvas a la normalidad, perderás ese peso adicional. 
No andas bien de salud. Si tienes gripe o un resfriado, es posible que no comas de manera normal, lo que puede hacer que se reduzca tu metabolismo y hacerte subir de medio kilo a un kilo. Por otro lado, si tienes alguna enfermedad estomacal y vomitas con frecuencia, podrías bajar de peso. En cualquier caso, tu peso se estabilizará cuando recuperes la salud.

Jennifer Nelson es una escritora de Florida especializada en estilo de vida y cuestiones de salud. Escribe para diferentes publicaciones y páginas web  como Glamour, Prevention, WebMD.com y MSNBC.com.


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